El Teatre Principal subirá el telón

La sala teatral más antigua de Barcelona volverá a brillar convertida en un espacio multidisciplinar.

PDF Teatro Principal   PDF Teatre Principal Cat

Teatre Principal

La sala teatral más antigua de Barcelona volverá a brillar convertida en un espacio multidisciplinar Dibujo de la fachada principal del teatro con acceso des de el número 27 de la Rambla. Barcelona apuesta por la rehabilitación de espacios en desuso, y este proyecto impulsado por el Grupo Balañá –propietario del edificio– y tres socios barceloneses, lo demuestra. El que fue uno de los edificios más emblemáticos de la Rambla, rivalizando incluso con el Liceu, cayó en el olvido con el paso de las décadas, y hasta hace poco su descuidada fachada pasaba desapercibida y solo algunos turistas acudían a él, ya que alberga una discoteca. Con la reapertura del teatro se pretende potenciar cultural y socialmente la parte baja de la Rambla, todavía muy degradada, implicando a la propia Rambla y también al barrio del Raval mediante sus entidades vecinales. Después de siete años de inactividad, el Teatre Principal de Barcelona, el más antiguo de la ciudad, situado en el número 27 de la Rambla, abrirá sus puertas convertido en un espacio cultural, de ocio, gastronómico y hotelero, que acogerá actuaciones musicales y teatrales, eventos,conciertos en vivo y presentaciones de productos, entre otros. El pasado 4 de febrero se iniciaron las obras de rehabilitación. La empresa de restauración de edificios y obras catalogadas Groc Grup, que ha participado en proyectos como la restauración de la Escola Industrial de Barcelona, será la responsable de todas las acciones que se lleven a cabo con el fin de devolverle la vida a la fachada principal. Se prevé que la primera fase, que incluye el teatro, el teatro Latino, la cafetería del vestíbulo y una terraza en el paseo, esté en funcionamiento a finales del segundo semestre del 2013.

Ficha Técnica

Localización: La Rambla 27, calle Arc del Teatre y calle Lancaster (Barcelona)

Arquitecto: Salvador Llobet Clé (Grup G-33 Arquitectura)

Promotor: Edificios y Espectáculos SL Principal Project

Ingeniería e instalaciones: Grup G33 Enginyeria

Año del proyecto: 2012

Periodo de ejecución: 2012-2013 (primera fase) / 2013- 2016 (segunda fase)

Superficie: 13.000 metros cuadrados

CREACIÓN DE NUEVOS ESPACIOS La buena conservación de este mítico equipamiento, a pesar de los siete años de inactividad, así como los distintos edificios que lo forman, cada uno con una tipología y uso diferente, son dos de las características de este proyecto multidisciplinar promovido por iniciativa privada, que pretende recuperar un espacio cultural importante de la ciudad relacionado con la industria creativa. El Teatre Principal será destinado a espectáculos musicales y teatrales, y contará con la restauración de la cafetería, que tendrá una terraza exterior situada en la Rambla. Las obras de rehabilitación transformarán la sala Latina, antes un cine X, en una sala de fiestas, y recuperarán el gran frontón Jai Alai, que en un futuro podría servir para celebrar actos deportivos y presentaciones. Todo este proceso está previsto que culmine el 2016 con la apertura de un hotel-boutique en los 5.000 metros cuadrados que ocupan los billares Monforte y la Cúpula Venus.

CONTACTO PERMANENTE CON EL ENTORNO La asociación Amics de la Rambla considera que este proyecto es una buena noticia que contribuirá a recuperar parte de esa esencia barcelonesa que destilaba el Teatre Principal y que ha permanecido encerrada durante siete años. La oferta cultural y gastronómica será importante y la restauración cogerá protagonismo ya que en la cafetería se podrán degustar productos catalanes con denominación de origen. La idea es abastecerse de los productos que ofrecen los mercados de la ciudad, en especial el mercado de la Boqueria. En esta misma dirección, y dando un paso más hacia la integración con el entorno, se ha propuesto que la escuela de diseño Elisava trabaje en la señalización interior mediante un concurso entre sus alumnos. La idea de los promotores es recuperar este equipamiento para los barceloneses y aunque también recibirá la inevitable visita de los muchos turistas que pueblan las calles de Barcelona durante todo el año, se espera atraer principalmente al público local. Asociaciones y entidades del Raval colaboraran para integrar el proyecto en el barrio en todos los sentidos y lograr más participación ciudadana.

Un complejo arquitectónico multifuncional en plena Rambla

El buen estado de conservación de las instalaciones del Teatre Principal permite que el proyecto se centre en adaptar el espacio a los futuros usos

Desde el pasado mes de febrero, el que fue uno de los escenarios emblemáticos de la ciudad de Barcelona, ha cambiado el polvo de siete años de abandono por el polvo que generan los operarios encargados de la rehabilitación del teatro. Esta primera fase, que comprende la restauración de la fachada principal situada en la misma Rambla y la rehabilitación del interior del Teatre Principal, el Teatro Latino y la cafetería, está prevista que entre en funcionamiento a finales del tercer trimestre de este año. Sin duda un empujón tanto cultural como social en un momento difícil para las iniciativas culturales.

UN ESPACIO MULTIFUNCIONAL El proyecto, promovido por el Grupo Balañá, es un cóctel de usos y espacios que pretenden darle un poco de aire fresco a una de las arterias más importantes de la ciudad. Los 13.000 metros cuadrados de superficie del conjunto situado entre las calles de la Rambla, Arc del Teatre y Lancaster son “un complejo arquitectónico de varios edificios con diferentes tipologias y usos”, explica Salvador Llobet, el arquitecto. Todos los espacios se comunican entre ellos en todas las plantas y cada uno está pensado para desarrollar una actividad concreta. En la parte posterior se encuentra lo que en su día fue un cine X, el Teatro Latino, que a través de un largo acceso comunica con la Rambla. Sobre el Teatre Principal y también con acceso desde la fachada principal, está el frontón Jai Alai, y la cúpula Venus y la sala de billares Monforte ocupan la primera planta y todas las aberturas en la fachada ubicada en la Rambla. Las plantas superiores actualmente están destinadas a viviendas con acceso desde la misma calle a través de un vestíbulo único con dos escaleras diferenciadas, a la espera de que queden libres para su demolición. El buen estado de conservación actual del edificio principal se debe a que la fachada existente se rehabilitó en el año 1988, así que el proyecto concentra la restauración en los trabajos de limpieza y reconstrucción de los elementos escultóricos. “La idea es abrir el edificio como teatro, respetando todos los elementos existentes”, asegura Llobet. Las necesidades multifuncionales de este conjunto han llevado a los arquitectos a plantear un espacio libre para adaptarlo a cada espectáculo. Las butacas de platea, además de estar en muy mal estado, no cumplen con las medidas contraincendios que marca la normativa, así que ese fue el punto de partida para idear un sistema de plataformas niveladas con butacas desmontables que permitan actuaciones en el centro o en los laterales. Los múltiples incendios producidos en el edificio a lo largo de los años acabaron con los elementos arquitectónicos de valor, así que no es de extrañar que en las pruebas y comprobaciones realizadas en el interior del teatro, centradas en los cierres y revestimientos, no aportaron datos acerca de los posibles elementos a conservar. Los trabajos de rehabilitación se orientarán a mantener las ornamentaciones perimetrales donde se encuentra el sistema de iluminación, y a recuperar su diversidad de colores.

El intenso trabajo de conservación y restauración de los elementos del conjunto comprende la recuperación de las pinturas de las cornisas que envuelven todo el marco del anfiteatro y la platea, los elementos metálicos de latón de los pasamanos y los marcos, y mejorar el pavimento de mármol blanco del vestíbulo y terrazo de los pasos y servicios.

UN TEATRO DENTRO DE OTRO TEATRO Situado en la calle Lancaster y el número 27 de la Rambla, dentro del complejo arquitectónico del mítico teatro barcelonés, se encuentra el espacio del Teatro Latino, que actualmente está en desuso.Inaugurado el año 1943, este espacio intercalaba su programación de cine con la de variedades y con el paso de los años fue cambiando su nombre. Primero se llamó Cine Latino, luego pasó a conocerse por Café Latino, y por último se quedó con el nombre de Teatro Latino. El año 1980 cerró sus puertas. Aunque no se conserva ninguna referencia histórica sobre su trayectoria constructiva, el teatro ocupaba las dos primeras plantas, y una antigua fonda las tres restantes. No fue hasta el año 1900 que todo el edificio se anexionó al Teatre Principal, ocupando la parte posterior de este complejo, y manteniendo el acceso desde la Rambla. La decoración estridente y el revestimiento de moqueta roja de las paredes delatan las actividades que ocuparon este espacio durante los últimos años que permaneció abierto, como los espectáculos de variedades, las fiestas y los bailes en la época que funcionaba como sala de baile, y los pases de cine X. Su estado de conservación es bastante lamentable y el paso del tiempo se ha cebado con las paredes, suelos y demás rincones, por lo que la rehabilitación del Teatre Principal contempla su conservación y reparación tanto interior como exterior

El Teatre Principal, una historia de incendios y rehabilitaciones

El antes conocido como Teatre de la Santa Creu reaparece en la escena cultural barcelonesa de nuevo.

El espacio albergó durante siglos numerosas obras y representaciones

El Teatre Principal de Barcelona tiene sus orígenes en el Teatre de la Santa Creu, una de las más antiguas instituciones barcelonesas. Fernando de Toledo, el entonces lugarteniente y capitán general de Catalunya, y el rey Felipe II concedieron al Hospital de la Santa Creu el privilegio de representar obras teatrales el año 1579. Este privilegio significaba una oportunidad permanente que tenía el hospital para disfrutar de una fuente autónoma de recursos y de centralizar parte de las actividades teatrales de la ciudad a través del alquiler de la sala. Las obras del primer edificio empezaron el año 1597 y terminaron en 1603 en la explanada de Les Comèdies. Por aquel entonces, lo que hoy se considera un teatro, constaba de una sola planta, era de madera y tenía estructura de un corral de comedias. Durante los tres siglos siguientes el recinto fue reconstruido varias veces. Así, durante los años 1728 y 1729 se amplió y se edificó de piedra. Cincuenta y ocho años más tarde llegó el primer incendio que acabó con toda la edificación de madera. Un año más tarde, en 1788 se decidió volver a empezar y construir un teatro nuevo, con un piso más alto que el anterior. A pesar de la Guerra de la Independencia (1808-1814), el teatro monopolizó la actividad teatral de la ciudad.

REFORMA ESTRUCTURAL El segundo incendio se declaró pasados 56 años tras la primera reconstrucción. Eso fue el año 1845 y supuso una reforma estructural del entonces conocido como Teatre de la Santa Creu, de la que solo se conserva la fachada, ligeramente curvada, de estilo romántico y que se caracterizaba por tres grandes arcos de medio punto. En un principio estos se cerraban con vidrieras y posteriormente se abrieron tres grandes balcones coronados con frontones y balaustrada de piedra. Los bajorrelieves de figuras que había en la parte superior y las columnas con los bustos de Calderón de la Barca, Lope de Vega, Manuel García y un actor llamado Torquero desaparecieron. El escultor Bertomeu Ferrari realizó cuatro medallones con los bustos de los actores María Malibrán, Isidoro Márquez, Julián Prieto y Caylan y se situaron en la parte baja. La nueva burguesía promovió la construcción de nuevos teatros como el del Carme o el de la Mercè y en 1847 la construcción del Gran Teatre del Liceu marcó un antes y un después. A pesar de la reconstrucción, el teatro perdió el monopolio y pasó a llamarse Teatre Principal. Con el proyecto de esta fachada se olvidó por completo la relación entre el diseño y la composición exterior con la distribución interior y los niveles de los balcones, las ventanas y las plantas; en algunos casos estos quedaban a más de un metro de diferencia de altura. El resto de edificaciones nada tenían que ver con el teatro. En el último cuarto del siglo XIX el teatro entró en decadencia y el hospital decidió traspasar la propiedad y la gestión a manos privadas. Un nuevo incendio en el año 1915 destruyó de nuevo el edificio y frustró todas las expectativas creadas para hacerlo reflotar. Tras su reconstrucción, dos incendios más en el año 1924 y 1933, lo destruyeron por completo. En plena reforma se decidió abandonar la estructura a la italiana anterior y, para mejorar la visibilidad, se construyó una sala moderna con una platea y un piso superior que la cubría hasta la mitad. Una estructura de pilares de fosa circular, vigas metálicas roblonadas y vigas de hormigón con bovedillas de cerámica fueron algunas de sus características. Se inauguró en 1934.

NUEVOS USOS La fachada del siglo XVIII era plana con dos cuerpos y tres arcos semicirculares, columnas jónicas parejadas en el inferior y ventanas con frontones en el superior. Un frontón semicircular remataba la fachada en el centro. Más tarde se añadió un balcón y se decoró con piezas de terracota con bustos de actores y personajes de la época, y bajorrelieves con figuras caladas al cuerpo superior, hoy desaparecidas. Observando la evolución de la parte exterior del teatro, los responsables del proyecto de remodelación del Principal observaron que la fachada solo tiene relación con el teatro en la planta baja central. El primer piso no está nivelado con la planta del anfiteatro, al que se accede por las escaleras simétricas semicirculares interiores desde la planta baja. El frontón superior ciego con las columnas del cuerpo superior corresponde al frontón existente, construido en el año 1918. Cuando terminó la guerra civil y durante muchos años, este espacio se dedicó a la zarzuela, las revistas musicales, las variedades y el cine. En las otras salas del teatro se instalaron un frontón y un cine en el sótano. Durante los años 70 y 80, la sala de la cúpula acogió temporadas de teatro de variedades y cabaret con el nombre de Cúpula Venus. Ya en la última etapa funcionó como sala de conciertos y durante un año acogió espectáculos de ópera. Cerró las puertas el año 2006. Tras siete años de inactividad, el proyecto de rehabilitación de este espacio barcelonés pretende recuperar un icono olvidado del panorama teatral de la ciudad adaptándolo a nuestros tiempos, y lo hace con una propuesta interesante que une ocio, gastronomía y cultura.

Sobre Redaccion