Quién nos iba a decir al sector de los aparcamientos, que siempre ha estado en el furgón de cola de la consideración social entre los diversos protagonistas urbanos (metro, autobús, bicicleta y peatón), que un día íbamos a estar liderando ideas de sostenibilidad, medioambiente y equilibrio del ecosistema y, sobre todo, que lo íbamos a hacer, no en nuestro medio natural de batalla contribuyendo a reducir la contaminación atmosférica de nuestras ciudades, sino que íbamos a ir mucho más allá, atreviéndonos a opinar en el campo del aprovechamiento de los recursos hídricos y precisamente en este momento en que son tan escasos como valorados.
